Historia Bicentenaria » Efemérides » Agosto » Acción de la Corbeta Unión en Magallanes »

Acción

 

Acción de la Corbeta Unión en Magallanes
16 de agosto de 1879

Grande fue la alarma que nuestra presencia produjo en la población de Punta Arenas, cuyos habitantes impresionados por las imposturas de algunos periódicos chilenos, huían despavoridos a los montes próximos, figurándose que íbamos a incendiar y a echar a saco la población. Tuve la satisfacción de tranquilizarlos haciéndoles saber que las armas del Perú jamás se emplean contra poblaciones indefensas.”.

(Parte oficial del Capitán Navío, Comandante General de la Segunda División Naval, Aurelio García y García, tras su expedición al Estrecho de Magallanes. Citado en Ahumada: 1982, 477).

Durante la Guerra con Chile, no obstante del bloqueo del puerto de Iquique establecido por la escuadra chilena desde el inicio de la guerra hasta agosto de 1879, nuestros buques continuaron navegando aun en las costas chilenas, transportando tropas, víveres y municiones a los puertos peruanos ubicados al sur del país, entre ellos Arica y Pisagua.

Asimismo, realizaban operaciones de boicot a las comunicaciones entre los chilenos a través del corte de los cables telegráficos de sus puertos como el de Antofagasta que tuvo lugar el 29 de mayo de 1879, y al traslado de tropas, víveres y municiones con las capturas de sus buques transportes como la barca “Anita” y el transporte “Rímac” que tuvo lugar el 23 de julio de aquel año.

La captura de este último buque conmocionó moral y políticamente a Chile al punto de provocar cambios en el alto mando militar naval y temer un presunto golpe de Estado. Las protestas sociales en las calles de Santiago conllevaron a que el Almirante Williams Rebolledo fuera reemplazado por el Capitán de Navío Galvarino Riveros, que los Intendentes Generales del Ejército y la Armada, y el Comandante General de Marina renunciaran a sus cargos.

El “Rímac”, al ser capturado, transportaba un regimiento completo de caballería, toneladas ingentes de carbón y, sobre todo, correspondencia oficial, la misma que permitió a la escuadra peruana conocer que Chile esperaba por el Estrecho de Magallanes dos cargamentos de armamentos provenientes de Europa. Sólo quedaba una cosa: frustrar ese aprovisionamiento.

Entonces, se comisionó al Capitán de Navío Nicolás del Portal, comandante de la corbeta “Unión”, que navegue hasta aquel Estrecho para impedir por todos los medios la recepción chilena de aquella carga. 

Así, la “Unión” zarpó del puerto de Arica el 31 de julio, a bordo iba el Comandante General de la Segunda División Naval, el también Capitán de Navío Aurelio García y García. Arribó en Magallanes el 13 de agosto, y prosiguió su viaje hasta Punta Arenas, llegando tres días después. En esta isla obtuvo la noticia que en los primeros días de agosto el vapor inglés “Glengley”, escoltado por el transporte chileno “Loa”, había zarpado rumbo a Valparaíso con el objetivo de entregar su carga de armamentos.

A la corbeta “Unión” no le quedó más remedio que iniciar su viaje de retorno a costas peruanas. Zarpó de aquella isla el 18 del mismo mes, y arribó en Arica el 14 de setiembre.

Cabe resaltar que esta travesía fue llevada a cabo sin titubeo ni vacilaciones, desde su planificación que, por cierto, se llevó con celeridad, hasta su arribo en Punta Arenas, para lo cual cruzaron el Estrecho de Magallanes en pleno invierno, haciéndose mucho más arduo que lo usual su navegación. Ya que a pesar de no haber cumplido la misión encomendada ni contar con víveres y carbón suficientes, se mantuvo en todo momento una actitud de respeto a las propiedades y vidas de los neutrales y de los pobladores indefensos de aquella isla que contaba con una guarnición que no superaba los cincuenta hombres.